Luxemburgo burla a la UE y mantiene privilegios a empresas y millonarios
Tras la corrección judicial a sus prácticas en 2019, recurre ahora a ‘Information letters’ para no perder atractivo ante grandes fortunas
Una investigación de varios medios demuestra que se salta la fiscalidad europea La OCDE acuerda establecer un impuesto mínimo del 15% para las multinacionales
La opacidad fiscal no ha abandonado Luxemburgo. Una investigación periodística desvela que el Gran Ducado continúa permitiendo métodos secretos para favorecer a grandes contribuyentes. Estas herramientas estarían esquivando las reglas de transparencia de la Unión Europea y la OCDE, pese a que Bruselas y el Tribunal General de la Unión Europea prohibieron en 2019 prácticas similares. Este pequeño país evita así perder su tradicional atractivo para las empresas, algo que al resto de socios de la UE no gusta porque les deja en desventaja y no ayuda a borrar la imagen de un paraíso fiscal entre los fundadores de la Unión.
Años después de las filtraciones sobre los llamados Tax Rulings, que son contrarios a las políticas de impuestos europeas cuando no respetan criterios de transparencia o de no discriminación, y que en algunos casos fueron declarados como ayudas de Estado ilegales por la Justicia, esta investigación destapa el método que se ha utilizado como sustituto: las llamadas Information Letters.
En 2019 la Comisión Europea y el Tribunal General europeo fallaron contra algunos Tax Rulings de Luxemburgo. En 2014, una exclusiva periodística llamada LuxLeaks reveló que grandes empresas y fortunas pactaban a principio de año los impuestos que iban a pagar en Luxemburgo, con el permiso de sus autoridades fiscales, y así además legalizaban todo tipo de estructuras opacas de las que no se informaba a la UE. La Comisión Europea consideró que eran «ayudas de Estado ilegales».
Gracias a múltiples fuentes cercanas a estas prácticas, hoy se destapa la existencia de las Information Letters (IL), un método continuista, aunque menos arriesgado que los Rulings para el Gobierno luxemburgués. Esta investigación, llamada LuxLetters, es fruto de una colaboración de semanas entre los socios de The Signals Network y The Tax Justice Network. Han participado Die Süddeustche Zeitung (Alemania), Le Monde (Francia), EL MUNDO, Woxx (Luxemburgo) e Investigative Reporting Project Italy (Italia).
Las Information Letters son declaraciones sobre lo que tiene planeado abonar un gran contribuyente al fisco pero, a diferencia de los Tax Rulings, no cuentan con el beneplácito oficial de Hacienda: es un acuerdo tácito, no oficial. Sin embargo, según las fuentes consultadas por estos medios, no se conocen casos en los que las autoridades hayan impugnado Information Letters en los tribunales.
El sistema, una vez enviada la carta del contribuyente por su asesor fiscal, puede tener dos derivadas: o la Administración contacta al asesor para corregir o revisar datos, siempre de manera confidencial; o no contesta, lo que supone una aceptación tácita de la estructura y el plan.
La directiva europea DAC3, por su parte, obliga a compartir cualquier información sobre acuerdos fiscales transfronterizos de este tipo, pero estas IL permanecen al margen, por lo que podrían estar vulnerándola. A menudo las IL son redactadas y enviadas por los mismos que han configurado diferentes estructuras fiscales para sus clientes, y que antaño se dedicaban a negociar los Tax Rulings con el fisco: alguna de las llamadas Big4, las grandes consultoras multinacionales a las que las empresas contratan para su asesoría fiscal. Sin embargo, por parte de ellas no hay mucha información que aportar.
Estas Big4 –Deloitte, Ernst & Young (EY), Price Waterhouse Coopers (PwC) y KPMG– fueron preguntadas por Die Süddeutsche Zeitung acerca de estas prácticas. Deloitte declaró: «No podemos comentar nada, ya que estamos sujetos al secreto profesional». EY y PwC no respondieron a las preguntas enviadas. Y KPMG se limitó a declarar: «Por nuestras obligaciones de confidencialidad hacia nuestros clientes, no podemos comentar en este momento qué servicios se están brindando a los clientes o no».
Según diversas fuentes que han visto este tipo de cartas, con ellas se pretende «optimizar» lo que paga el cliente, y el objetivo es mantener Luxemburgo como un lugar atractivo para las empresas. Estas mismas fuentes dudan de la legalidad de estas cartas. El consenso generalizado es que quizá las IL en sí mismas no estén poniendo por escrito ayudas ilegales encaminadas a defraudar, pero el secretismo con el que se realizan sí que viola las normativas de transparencia e intercambio de información a las que se someten todos los miembros de la UE.
Durante las diversas entrevistas realizadas, se ha corroborado que las Information Letters empezaron a realizarse a raíz de la extinción de los Tax Rulings, puesto que era una manera, insisten las fuentes, de «dar tranquilidad a los clientes». Los Tax Rulings fueron disminuyendo en cantidad hasta la ridícula suma de tres acuerdos comunica
INFORMATION LETTERS En ellas se comunica por adelantado lo que estima abonar un gran contribuyente al fisco NO OFICIAL
Las cartas son una comunicación, sin el beneplácito oficial de Hacienda OPACIDAD
Contienen información que deberían conocer los países de la UE, según la ley europea NUEVO SISTEMA
Esta nueva fórmula se implementa tras el revés judicial a alguno de sus ‘Tax Rulings’
dos a la OCDE en 2019, cuando supuestamente llegó a haber miles en los años previos al LuxLeaks.
La red que ha investigado las LuxLetters preguntó al Gobierno luxemburgués, que declaró a través de su Ministerio de Finanzas: «No estamos seguros de a qué se supone que se refiere el concepto de ‘Information Letter’. Si debe entenderse que este concepto se refiere a las cartas enviadas por el contribuyente a la autoridad fiscal, tenga en cuenta que dichas cartas son responsabilidad exclusiva del contribuyente y no tienen ningún efecto vinculante para la autoridad fiscal». Con el mismo argumento, no se dan cifras sobre las recibidas o tomadas en cuenta, porque «la correspondencia enviada por el contribuyente a la autoridad tributaria no está sujeta a estadísticas».
La Comisión Europea, por su parte, respondió a este grupo de medios que desconoce si Luxemburgo utiliza las IL, pero recuerda que el deber de intercambiar información «incluye todos los acuerdos transfronterizos celebrados entre Administraciones tributarias y contribuyentes, orales o escritos, vinculantes o no vinculantes», según un portavoz. Y advierte de que «si la directiva no es aplicada por un Estado, la Comisión Europea lanzaría cartas de notificación formal y procedimientos de infracción».
Fuentes de la Agencia Tributaria española consultadas por este periódico explicaron que estas prácticas podrían tener repercusiones en España, puesto que si una jurisdicción establece un régimen fiscal que sea competencia fiscal perjudicial para otros Estados, también estaría afectando ilícitamente a otros países.
Como ejemplo añaden que lo más perjudicial para las arcas de España o de otros estados miembros sería que las multinacionales se acogieran en Luxemburgo (o cualquier otra jurisdicción) a un Tax Ruling o práctica similar, como las IL, que se terminara demostrando que son contrarios al ordenamiento jurídico. Este fue el caso de la compañía Fiat en Luxemburgo, que terminó por reventar los Tax Rulings en la Comisión.
Markus Meinzer, director de Secreto Financiero y Gobernanza de la ONG Tax Justice Network, dijo: «Estas impactantes revelaciones dejan claro que las autoridades luxemburguesas han conspirado deliberadamente con los principales profesionales fiscales para frustrar la legislación de la UE. No es ningún secreto que el intercambio de información para frenar el abuso fiscal mediante acuerdos fiscales es demasiado débil; el Tribunal de Cuentas Europeo ya lo señaló en enero de 2021. Pero lo que ahora está saliendo a la luz con las LuxLetters es un asunto completamente diferente». Según Meinzer, lo más grave es la ocultación al resto de países miembros: «Con las IL, Luxemburgo puede haber violado indirectamente no sólo la ley europea, sino también la ley de Luxemburgo. Los Tax Rulings, incluso si es demostrable que no son legalmente vinculantes, deben intercambiarse con las autoridades fiscales europeas. Todo indica que estas IL no fueron enviadas a los socios, sino que su propósito era eludir estas obligaciones de información. Es difícil creer que un gobierno nacional pueda hacer un argumento tan infantil: ‘¿Ya no puedo ocultar las resoluciones fiscales? Está bien, entonces, esta resolución fiscal no es una resolución fiscal, es sólo una Information Letter’. Pero ésa parece ser la respuesta exacta de las autoridades luxemburguesas a los esfuerzos por disciplinar su comportamiento antisocial a raíz de los LuxLeaks originales».